El Fondo de Maniobra, clave en el análisis financiero de tu negocio
[:es]El Fondo de Maniobra es clave en el análisis financiero de tu negocio[:]

En Segarra Abogados y Economistas somos conscientes de la importancia de la función financiera en todo negocio. Este primer artículo sobre  Fondo de Maniobra y Capital Circulante inaugura una serie que, desde el Departamento Económico de nuestro despacho, queremos explicar de una forma dinámica y amena.

Nuestro objetivo general consiste es esclarecer las dudas sobre el análisis financiero de una actividad y los pasos que deben darse para llevarlo a cabo.

Lo primero que debemos tener claro sobre el análisis financiero son las diferentes fases de análisis y qué interpreta cada una de ellas, de las que cabe destacar los siguientes:

 FASE DE ANÁLISIS FINANCIERO  OBJETO DE ANÁLISIS
Análisis Económico Cuenta de Resultados
Análisis Estructural Fondo de Maniobra y Capital Circulante
Análisis Operativo Necesidades Operativas de Fondos
y Ciclo Operativo de Caja

 

En el presente artículo nos centraremos en el Análisis Estructural. Es decir, explicando la definición e interpretación del Fondo de Maniobra (FM) y del Capital Circulante (CC). No obstante, haremos una pequeña mención a conceptos básicos del análisis económico y operativo sin perjuicio de que estos conceptos serán desarrollados en futuros artículos.

La herramienta que utilizaremos para realizar el Análisis Económico es la Cuenta de Resultados. En este estado contable en el que se reflejan todos los ingresos y gastos del periodo.

Así, de la cuenta de resultados, podemos analizar:

  • El resultado que arroja: ¿tenemos beneficios o pérdidas?
  • El Importe Neto de la Cifra de Negocios: ¿hemos vendido lo que esperábamos llegando a los objetivos establecidos?
  • Los principales gastos de la actividad: ¿hemos mantenido los costes de personal pese al aumento de ventas?;
  • La estructura de gastos: ¿cuál es nuestro porcentaje de costes directos e indirectos respecto al total?

Para profundizar más en esta fase del análisis, podríamos acudir a una serie de ratios que, bien mezclando únicamente magnitudes de la cuenta de resultados o bien combinándolas con magnitudes del balance, nos pueden ofrecer una imagen nítida de la evolución económica del negocio, pero este es un tema que requiere, al menos, otro artículo específico y no es el objetivo del que nos ocupa.

Una vez realizado el análisis económico, pasaremos a la siguiente fase: el Análisis Estructural. Para este análisis ya no utilizaremos la cuenta de resultados, sino que recurriremos a magnitudes del Balance. Es aquí donde es clave que entendamos bien el concepto del Fondo de Maniobra y de Capital Circulante.

¿Qué es el fondo de maniobra? Pues bien, el fondo de maniobra es la diferencia existente entre la deuda a largo plazo y los recursos propios de la entidad menos las inversiones a largo plazo. Por tanto, representa la parte del activo corriente que está financiado con recursos a largo plazo, es decir, con deudas con vencimiento superior al año y con recursos propios.

A continuación, te vamos a mostrar la fórmula del fondo de maniobra: Procederemos a calcularlo tomando los importes que figuran en el balance de situación de la empresa, restándole a la suma del valor del Pasivo No Corriente (financiación ajena, dinero que nos presta normalmente el banco, con vista a amortizarla más allá de un ejercicio) y Patrimonio Neto (es decir, financiación propia, dinero de los socios) el valor del Activo No Corriente, (es decir, aquellos activos que mantendremos en el negocio durante varios ejercicios).

F. Maniobra = (Pasivo No Corriente + Patrimonio Neto) – Activo No Corriente

 

Pero, ¿qué estamos analizando con esto? Como bien podemos intuir, con esta magnitud analizamos el destino de la financiación a largo plazo. Es decir, qué bienes hemos adquirido con la financiación que nos han prestado tanto los socios y, en general, las entidades de crédito a largo plazo.

Ilustración sobre fondo de maniobra, activos, pasivos y patrimonio

 

¿Cuál es el valor óptimo de este esta magnitud? No existe un criterio único para todas las empresas, dado que cada actividad tiene unas características (periodos de cobro/pago, periodos de fabricación, rotación de las existencias, etc.) que hace que sea aconsejable disponer de un Fondo de Manobra diferente.

No obstante, a grandes rasgos, podemos afirmar que en la mayoría de las ocasiones lo recomendable es que sea positivo, ya que con el dinero que nos han prestado para devolver a largo plazo estaríamos financiando activos que general liquidez a corto plazo. De esta manera, podemos atender a nuestra deuda sin generar tensiones de liquidez.

En el caso de que nuestro fondo de maniobra fuera negativo, lo que estaría ocurriendo es que estaríamos financiando activos que generarán liquidez durante más de un año, con fondos que nos exigirán ser devueltos en menos de uno. Por tanto, fácilmente llegamos a la conclusión que esta situación produce estrés en la liquidez de la empresa que podría poner en riesgo la continuidad de la misma, salvo en aquellos casos en los que los ciclos de producción y los periodos medios de cobro sean muy cortos, junto con una elevada rotación de las existencias y un elevado periodo medio de pago, que permita financiarse con los proveedores.

Vamos a poner un ejemplo, un empresario se plantea alternativas de financiación para la adquisición de una maquinaria que generará un flujo de efectivo de 1.000€ anuales durante 10 años y su valor son 8.000€. Supongamos que tenemos dos alternativas, utilizar la financiación a largo plazo (préstamo, leasing, etc.) o utilizar financiación a corto a través de una póliza.

Analicemos los efectos en ambos casos:

  1. Financiación a largo: en diez años, suponiendo que devolvemos 800€ anuales, teniendo en cuenta que la liquidez anual que genera la maquinaria comprada son 1.000€, nos queda un saldo positivo de 200€ anuales.
  2. Financiación a corto: el primer ejercicio debemos devolver el dinero de la póliza y eso nos produce un saldo negativo de tesorería de 7.000€ (diferencia entre 1.000€ que genera la maquinaria y 8.000€ que nos exige el banco por la póliza), que no recuperaremos hasta el octavo ejercicio donde el acumulado de la liquidez que genera la maquinaria es de 8.000€, lo que podría generar tensiones de tesorería.

Este es un claro ejemplo de los efectos de una correcta o incorrecta elección de la financiación, y cómo esta ejerce influencia en el fondo de maniobra y, al fin y al cabo, en la liquidez de una sociedad.

El mismo resultado que la fórmula del Fondo de Maniobra, ofrecerá la fórmula de cálculo del Capital Circulante, que representa la parte de los bienes y derechos, con vencimiento inferior al año, que no están financiados con deudas con vencimiento inferior al año. Con esta magnitud lo que estamos realizando es el análisis de la otra parte del balance que quedaría por abordar. Para calcularlo, le restaremos al activo corriente el pasivo corriente, es decir, a los activos que se mantendrán menos de un año en la sociedad (tesorería, saldos de clientes pendientes de cobro, mercaderías, etc.), le restaremos el pasivo que debemos devolver en menos de un ejercicio.

Capital Circulante = Activo Corriente – Pasivo Corriente

 

Si esta fórmula ofrece un resultado positivo, significa que tenemos suficientes recursos durante este ejercicio como para devolver todas las deudas que vencen durante el mismo. Por lo tanto, con lo cual nuestro negocio dispondrá de suficientes recursos en el corto plazo como para atender las obligaciones contraídas con vencimiento inferior al año.

Ilustración sobre capital circulante, activos, pasivos y patrimonio
A la luz de lo anterior, es clave para el control financiero de un negocio, el seguimiento estricto y continuado de la magnitud del Fondo de Maniobra y del Capital Circulante. Estas dos magnitudes permiten analizar el estado de liquidez de la compañía, a pesar de que analizan las dos partes diferenciadas del Balance de las empresas, el largo y el corto plazo. Por tanto, si nuestro negocio tiene un FM o CC positivo, significará que parte de nuestros bienes y derechos del corto plazo (tesorería, existencias, saldos de clientes, etc.), están siendo financiados con recursos propios (principalmente capital, prima de emisión y reservas no distribuidas) y/o con deuda con vencimiento en el lago plazo. Por tanto, esta situación no generará situaciones de tensiones de tesorería y, en caso de que la actividad sea rentable, permitirá remunerar a los socios, mediante la distribución de dividendos.

Siguiendo con el análisis financiero del negocio, hemos visto inicialmente que la cuenta de resultados arroja cifras positivas, a continuación que nuestro fondo de maniobra es positivo, por lo que no parece que vayamos a tener problemas estructurales en el negocio. No obstante, ¿tendríamos completado el análisis financiero? como hemos dicho en la primera parte del artículo, deberíamos completar éste con un análisis operativo de las NOF y del COC, cuestión esta que abordaremos en futuros artículos.[:en]» width=»480″ height=»563″ />

 

¿Cuál es el valor óptimo de este esta magnitud? No existe un criterio único para todas las empresas, dado que cada actividad tiene unas características (periodos de cobro/pago, periodos de fabricación, rotación de las existencias, etc.) que hace que sea aconsejable disponer de un Fondo de Manobra diferente.

No obstante, a grandes rasgos, podemos afirmar que en la mayoría de las ocasiones lo recomendable es que sea positivo, ya que con el dinero que nos han prestado para devolver a largo plazo estaríamos financiando activos que general liquidez a corto plazo. De esta manera, podemos atender a nuestra deuda sin generar tensiones de liquidez.

En el caso de que nuestro fondo de maniobra fuera negativo, lo que estaría ocurriendo es que estaríamos financiando activos que generarán liquidez durante más de un año, con fondos que nos exigirán ser devueltos en menos de uno. Por tanto, fácilmente llegamos a la conclusión que esta situación produce estrés en la liquidez de la empresa que podría poner en riesgo la continuidad de la misma, salvo en aquellos casos en los que los ciclos de producción y los periodos medios de cobro sean muy cortos, junto con una elevada rotación de las existencias y un elevado periodo medio de pago, que permita financiarse con los proveedores.

Vamos a poner un ejemplo, un empresario se plantea alternativas de financiación para la adquisición de una maquinaria que generará un flujo de efectivo de 1.000€ anuales durante 10 años y su valor son 8.000€. Supongamos que tenemos dos alternativas, utilizar la financiación a largo plazo (préstamo, leasing, etc.) o utilizar financiación a corto a través de una póliza.

Analicemos los efectos en ambos casos:

  1. Financiación a largo: en diez años, suponiendo que devolvemos 800€ anuales, teniendo en cuenta que la liquidez anual que genera la maquinaria comprada son 1.000€, nos queda un saldo positivo de 200€ anuales.
  2. Financiación a corto: el primer ejercicio debemos devolver el dinero de la póliza y eso nos produce un saldo negativo de tesorería de 7.000€ (diferencia entre 1.000€ que genera la maquinaria y 8.000€ que nos exige el banco por la póliza), que no recuperaremos hasta el octavo ejercicio donde el acumulado de la liquidez que genera la maquinaria es de 8.000€, lo que podría generar tensiones de tesorería.

Este es un claro ejemplo de los efectos de una correcta o incorrecta elección de la financiación, y cómo esta ejerce influencia en el fondo de maniobra y, al fin y al cabo, en la liquidez de una sociedad.

El mismo resultado que la fórmula del Fondo de Maniobra, ofrecerá la fórmula de cálculo del Capital Circulante, que representa la parte de los bienes y derechos, con vencimiento inferior al año, que no están financiados con deudas con vencimiento inferior al año. Con esta magnitud lo que estamos realizando es el análisis de la otra parte del balance que quedaría por abordar. Para calcularlo, le restaremos al activo corriente el pasivo corriente, es decir, a los activos que se mantendrán menos de un año en la sociedad (tesorería, saldos de clientes pendientes de cobro, mercaderías, etc.), le restaremos el pasivo que debemos devolver en menos de un ejercicio.

Capital Circulante = Activo Corriente – Pasivo Corriente

 

Si esta fórmula ofrece un resultado positivo, significa que tenemos suficientes recursos durante este ejercicio como para devolver todas las deudas que vencen durante el mismo. Por lo tanto, con lo cual nuestro negocio dispondrá de suficientes recursos en el corto plazo como para atender las obligaciones contraídas con vencimiento inferior al año.

Ilustración sobre capital circulante, activos, pasivos y patrimonio
A la luz de lo anterior, es clave para el control financiero de un negocio, el seguimiento estricto y continuado de la magnitud del Fondo de Maniobra y del Capital Circulante. Estas dos magnitudes permiten analizar el estado de liquidez de la compañía, a pesar de que analizan las dos partes diferenciadas del Balance de las empresas, el largo y el corto plazo. Por tanto, si nuestro negocio tiene un FM o CC positivo, significará que parte de nuestros bienes y derechos del corto plazo (tesorería, existencias, saldos de clientes, etc.), están siendo financiados con recursos propios (principalmente capital, prima de emisión y reservas no distribuidas) y/o con deuda con vencimiento en el lago plazo. Por tanto, esta situación no generará situaciones de tensiones de tesorería y, en caso de que la actividad sea rentable, permitirá remunerar a los socios, mediante la distribución de dividendos.

Siguiendo con el análisis financiero del negocio, hemos visto inicialmente que la cuenta de resultados arroja cifras positivas, a continuación que nuestro fondo de maniobra es positivo, por lo que no parece que vayamos a tener problemas estructurales en el negocio. No obstante, ¿tendríamos completado el análisis financiero? como hemos dicho en la primera parte del artículo, deberíamos completar éste con un análisis operativo de las NOF y del COC, cuestión esta que abordaremos en futuros artículos.» width=»734″ height=»861″ />

 

¿Cuál es el valor óptimo de este esta magnitud? No existe un criterio único para todas las empresas, dado que cada actividad tiene unas características (periodos de cobro/pago, periodos de fabricación, rotación de las existencias, etc.) que hace que sea aconsejable disponer de un Fondo de Manobra diferente.

No obstante, a grandes rasgos, podemos afirmar que en la mayoría de las ocasiones lo recomendable es que sea positivo, ya que con el dinero que nos han prestado para devolver a largo plazo estaríamos financiando activos que general liquidez a corto plazo. De esta manera, podemos atender a nuestra deuda sin generar tensiones de liquidez.

En el caso de que nuestro fondo de maniobra fuera negativo, lo que estaría ocurriendo es que estaríamos financiando activos que generarán liquidez durante más de un año, con fondos que nos exigirán ser devueltos en menos de uno. Por tanto, fácilmente llegamos a la conclusión que esta situación produce estrés en la liquidez de la empresa que podría poner en riesgo la continuidad de la misma, salvo en aquellos casos en los que los ciclos de producción y los periodos medios de cobro sean muy cortos, junto con una elevada rotación de las existencias y un elevado periodo medio de pago, que permita financiarse con los proveedores.

Vamos a poner un ejemplo, un empresario se plantea alternativas de financiación para la adquisición de una maquinaria que generará un flujo de efectivo de 1.000€ anuales durante 10 años y su valor son 8.000€. Supongamos que tenemos dos alternativas, utilizar la financiación a largo plazo (préstamo, leasing, etc.) o utilizar financiación a corto a través de una póliza.

Analicemos los efectos en ambos casos:

  1. Financiación a largo: en diez años, suponiendo que devolvemos 800€ anuales, teniendo en cuenta que la liquidez anual que genera la maquinaria comprada son 1.000€, nos queda un saldo positivo de 200€ anuales.
  2. Financiación a corto: el primer ejercicio debemos devolver el dinero de la póliza y eso nos produce un saldo negativo de tesorería de 7.000€ (diferencia entre 1.000€ que genera la maquinaria y 8.000€ que nos exige el banco por la póliza), que no recuperaremos hasta el octavo ejercicio donde el acumulado de la liquidez que genera la maquinaria es de 8.000€, lo que podría generar tensiones de tesorería.

Este es un claro ejemplo de los efectos de una correcta o incorrecta elección de la financiación, y cómo esta ejerce influencia en el fondo de maniobra y, al fin y al cabo, en la liquidez de una sociedad.

El mismo resultado que la fórmula del Fondo de Maniobra, ofrecerá la fórmula de cálculo del Capital Circulante, que representa la parte de los bienes y derechos, con vencimiento inferior al año, que no están financiados con deudas con vencimiento inferior al año. Con esta magnitud lo que estamos realizando es el análisis de la otra parte del balance que quedaría por abordar. Para calcularlo, le restaremos al activo corriente el pasivo corriente, es decir, a los activos que se mantendrán menos de un año en la sociedad (tesorería, saldos de clientes pendientes de cobro, mercaderías, etc.), le restaremos el pasivo que debemos devolver en menos de un ejercicio.

Capital Circulante = Activo Corriente – Pasivo Corriente

Si esta fórmula ofrece un resultado positivo, significa que tenemos suficientes recursos durante este ejercicio como para devolver todas las deudas que vencen durante el mismo. Por lo tanto, con lo cual nuestro negocio dispondrá de suficientes recursos en el corto plazo como para atender las obligaciones contraídas con vencimiento inferior al año.


A la luz de lo anterior, es clave para el control financiero de un negocio, el seguimiento estricto y continuado de la magnitud del Fondo de Maniobra y del Capital Circulante. Estas dos magnitudes permiten analizar el estado de liquidez de la compañía, a pesar de que analizan las dos partes diferenciadas del Balance de las empresas, el largo y el corto plazo. Por tanto, si nuestro negocio tiene un FM o CC positivo, significará que parte de nuestros bienes y derechos del corto plazo (tesorería, existencias, saldos de clientes, etc.), están siendo financiados con recursos propios (principalmente capital, prima de emisión y reservas no distribuidas) y/o con deuda con vencimiento en el lago plazo. Por tanto, esta situación no generará situaciones de tensiones de tesorería y, en caso de que la actividad sea rentable, permitirá remunerar a los socios, mediante la distribución de dividendos.

Siguiendo con el análisis financiero del negocio, hemos visto inicialmente que la cuenta de resultados arroja cifras positivas, a continuación que nuestro fondo de maniobra es positivo, por lo que no parece que vayamos a tener problemas estructurales en el negocio. No obstante, ¿tendríamos completado el análisis financiero? como hemos dicho en la primera parte del artículo, deberíamos completar éste con un análisis operativo de las NOF y del COC, cuestión esta que abordaremos en futuros artículos.

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