La pandemia que estamos viviendo por Covid-19 ha cambiado el escenario económico y social al que las empresas se van a tener que enfrentar, y disponer de una adecuada planificación económico-financiera, adaptada a las nuevas circunstancias, puede ser la diferencia entre mantener el negocio en funcionamiento, verse abocado al concurso de acreedores o tener que cerrar.

El escenario actual, el cual no tenía cabida en ninguna previsión, ha provocado la paralización de la mayor parte de la actividad empresarial, lo que ha llevado a una caída de las ventas y a una situación de estrés financiero que puede comprometer la viabilidad de algunos negocios.

Para poder afrontar la situación actual, recomendamos a todas las empresas la realización, como mínimo, de los siguientes pasos:

1. Analizar la situación actual de la empresa

Lo primero que debes hacer es saber la situación exacta en la que se encuentra tu empresa y, para ello, te recomendamos realizar un análisis patrimonial y financiero, mediante el balance de situación.

Dos de los indicadores claves que nos permitirán conocer rápidamente el estado financiero de la sociedad son:

Esta ratio, también conocida como test ácido, nos permite conocer la capacidad de la empresa para hacer frente a la de deuda con vencimiento inferior a 1 año con el dinero con el que cuenta la sociedad y los importes realizables en líquido a corto plazo, sin tener en cuenta las existencias.

En caso de que sea inferior a 1 indicaría que la deuda a corto plazo no está cubierta con activos disponibles o realizables a corto plazo, lo que nos daría un aviso de posibles problemas de liquidez a corto plazo.

Este indicador nos permite conocer qué parte de nuestros recursos a largo plazo, una vez cubiertas nuestras necesidades de inversión a largo plazo, están destinados a financiar activos a corto plazo. En términos generales, disponer de un Fondo de Maniobra negativo implica que la sociedad tiene tensiones de liquidez.

Es importante, en caso de tener importes pendientes de cobros, conocer la situación de los clientes para determinar la probabilidad de su cobro.

2. Realizar una planificación financiera

Una vez conocemos la situación en la que nos encontramos, resulta fundamental fijar una hoja de ruta en la que se detallen las proyecciones que se esperan para los próximos meses, mediante la realización de previsiones sobre:

1. Ingresos y gastos: Realiza una previsión de los ingresos y gastos que va a generar tu actividad. Para ello, es importante tener en cuenta que existen costes fijos, cuya cuantía es independiente al volumen de actividad y son constantes, y costes variables, cuyo importe normalmente se puede estimar como un porcentaje de las ventas. A estos efectos es importante tener en cuenta si tu empresa está en un ERTE, la fecha en la que esté prevista la finalización del mismo y la incorporación de los trabajadores.
2. Inversión: En momentos de crisis surgen nuevas oportunidades o puede ser que tu empresa necesite realizar una inversión para adaptarse a las nuevas circunstancias. Realiza una previsión sobre el importe de la inversión a realizar y el plazo en el que esperas recuperar dicha inversión.
3. Tesorería: Confecciona una previsión de flujos de efectivo, mediante la representación de los cobros y pagos, ajustados a los ingresos y gastos previstos, así como a las posibles inversiones.

3. Analizar las necesidades de financiación

Una vez sepas la situación en la que se encuentra tu empresa y hacia dónde se dirige, estarás en disposición de determinar cuáles son las necesidades de liquidez que va a tener y poder gestionar la obtención de financiación adaptada a las circunstancias propias de tu negocio.

Es probable que los efectos del Covid-19 se mantengan en el medio plazo, si tus necesidades de financiación tienen un carácter urgente en el corto plazo, busca reforzarlas con financiación que tenga vencimiento a medio/largo plazo.

4. Revisar periódicamente las previsiones y contrastarlas con las proyecciones realizadas

Para poder garantizar la continuidad de cualquier negocio en época de crisis resulta imprescindible detectar las desviaciones que surjan entre  las proyecciones realizadas y los datos reales. De esta forma podremos adoptar medidas que nos permitan revertir la situación o, en caso de que no se puedan revertir, adaptar la situación del negocio a la realidad.

Es habitual que se generen desviaciones entre las previsiones y los datos reales y, a medida que avance el tiempo, haya que volver a replantear las previsiones.

Es importante tener en cuenta que la planificación financiera nos debe de servir como referencia para conocer si nuestra empresa es viable con el modelo de negocio que tenemos, las posibles necesidades futuras y poder detectar desviaciones, de forma rápida y sencilla, que nos permitan adoptar decisiones que garanticen la viabilidad del negocio en el tiempo.

5. Otras recomendaciones

a. Reajustar tus periodos de cobro y pago. En caso de prever tensiones de tesorería, recomendamos:

1. 1. Acordar con los proveedores ampliar el plazo de pago, lo que permitiría financiarse sin coste financiero.
   2. Acordar con los clientes una reducción del plazo de cobro.

Teniendo presente que tus clientes y proveedores utilizarán la misma estrategia debemos buscar un equilibrio que nos acerque a ese escenario ideal planteado, en el que buscamos relajar las tensiones de tesorería previstas.

b. Asegurar tu cadena de suministro. La crisis provocada por el Covid-19 se ha convertido en un problema global, por ese motivo deberás cuidar el abastecimiento de tu cadena de producción. Problemas de abastecimiento pueden provocar que se asuman sobrecostes al intentar garantizar el servicio a nuestros clientes.

En Segarra contamos con un equipo de profesionales especializados en la planificación y asesoramiento financiero y nos ponemos a disposición de empresas y empresarios para ayudarles en dicha labor, así como en la obtención de financiación, en caso de ser necesario. Si estás interesado, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos en estos momentos tan complicados.