Es un hecho que ya nadie escapa a la ola de transformación digital que estamos experimentando en los últimos años. Los pocos desaventurados que se queden rezagados en la carrera tecnológica, probablemente se verán arrastrados por la corriente de la obsolescencia. El sector legal no es el único expuesto, también lo es el sistema legal general; en unos años las normas y procesos de la mayoría de las instituciones que cimientan nuestro sistema legal habrán experimentado un cambio. El núcleo de este estará alimentado por una dinámica digital que ofrecerá los mismos servicios, aunque de forma más rápida, simple y mejorada. Es ahí donde entra en juego el Legal Design.
MÁS ALLÁ DE ‘‘HACERLO TODO UN POCO MÁS BONITO’’
¿Qué podemos hacer para adaptar nuestro negocio a este nuevo mundo? Hoy venimos a hablaros de un concepto cuya popularidad se ha visto incrementada en los últimos años. Estamos hablando del Legal Design, una dinámica que prioriza la innovación, el desarrollo de propuestas y soluciones alternativas que resulten más atractivas a la vista del cliente. Hoy en día:‘‘hacerlo todo un poco más bonito’’, solo que va mucho más allá. El término deriva del Design Thinking, una metodología práctica que fomenta la creatividad construyendo puentes entre profesionales de distintos ámbitos y promoviendo la colaboración entre ellos. Así, creamos sinergias y mejoramos los procesos organizativos y obtenemos así nuevos servicios y productos para mejorar la experiencia de los clientes.
ESCALAR LA CIMA DEL MERCADO
Aunque el Legal Design como concepto apenas lleva 5 años con nosotros, su predecesor -el Design Thinking– nació en los años 50 en Estados Unidos. En este escenario únicamente se aplicaba al sector industrial.
No nos sorprende su reciente popularidad dado que está considerado uno de los métodos más eficaces para construir ideas y crear productos innovadores que conquisten el mercado. Habitualmente, los profesionales nos centramos más en buscar soluciones a las necesidades de los clientes, tendiendo a dejar de lado la experiencia de usuario. Para nosotros, presentar la información de manera entendible y sencilla, de forma que no solo ofrezcamos una solución al cliente, sino que consigamos que la comprenda y aporte sus impresiones, es una parte fundamental a la hora de prestar un servicio de calidad. Es por ello que, aunque muchos puedan mostrarse escépticos en cuanto a la cabida de este concepto en el mundo legal, nosotros apostamos por implementar el Legal design en nuestro despacho y presentar a nuestro cliente propuestas de la forma más visual y atractiva posible.
THINK OUT OF THE BOX
¿Por dónde empezamos? Todo pasa por revisarse, pensar fuera de los límites y estar en constante reinvención. En ese aspecto, es ahí donde las sinergias con otro tipo de perfiles pueden marcar la diferencia al verlo todo a través del filtro del observador externo. Es ahí cuando conseguiremos dirigir más recursos hacia la innovación en nuestro negocio y conseguiremos destacar nuestra empresa. ¿A qué esperamos?