[:es]Como hemos comentado en anteriores artículos, el uso de la tecnología Blockchain está expandiéndose con gran velocidad en los diferentes sectores económicos,  llegando cada vez a más mercados, incluso a mercados digitales que permiten la negociación de bienes (tanto tangibles como intangibles) que hasta la fecha hacía impensable la posibilidad de comercializarlos. ¿A caso hace cinco años podíamos pensar que un Tweet se podía vender? Hoy en día no solo es posible, sino que ya está ocurriendo.    

Los criptoactivos se han desarrollado de tal manera que permiten comercializar en un mercado a nivel mundial activos digitalizados de toda clase. Con la aparición de los NFTs encontramos elementos digitales ubicados en una cadena Blockchain que representan activos únicos existentes en el mundo real  (tanto en el mundo físico como el digital). 

Pero entonces, ¿qué es un Token No Fungible (NFT)? 

Los NFTs son uno de los elementos fundamentales de la nueva economía digital impulsada por el Blockchain. Hablamos de un tipo de token criptográfico que representa un activo único, ya sea como activos completamente digitales o como versiones tokenizadas de activos del mundo real. Una de sus notas esenciales consiste en que estos activos no son intercambiables entre sí, por lo que actúan como prueba de autenticidad y propiedad dentro del mundo digital.  

En definitiva, cada NFT es único, ya que incorpora un código de verificación para distinguirlos entre sí, y aquí la tecnología blockchain es la que aporta un papel clave, puesto que gracias a su inmutabilidad y trazabilidad impide que ese activo criptográfico se pueda falsificar o replicar. 

La nota de fungibilidad. 

La fungibilidad hace que las unidades individuales de un activo sean intercambiables e indistinguibles entre sí. Por ejemplo, un billete de cinco euros vale lo mismo que cualquier otro, independientemente de su número de serie u otros atributos. Esta puede ser una particularidad deseable si hablamos de dinero, al permitir los intercambios libres. Sin embargo, no resulta tan beneficiosa si queremos tratar estos artículos como únicos y coleccionables.  

Por ello, a diferencia del dinero fiduciario u otras criptomonedas como Bitcoin, los token no fungibles no sirven para intercambiarse entre sí, puesto que no existen dos iguales. 

Ethereum ha sido la blockchain que ha impulsado el fuerte crecimiento de los NFT, utilizando como principal estándar de emisión los ERC-721 (un tipo de token específico no fungible). No obstante, Ethereum ha lanzado un nuevo estándar mejorado, los ERC-1155, que permiten que un mismo contrato inteligente contenga tanto tokens fungibles como no fungibles. 

Para poder comercializar o almacenar este tipo de activos criptográficos, necesitaremos disponer de una billetera compatible con Ethereum, las más recomendadas son Metamask o Truswallet, un tipo de billeteras que funciona como una extensión del navegador y donde vienen integradas todo tipo de Aplicaciones descentrelaizadas (DApps) de la red de Ethereum, lo que permite una interacción instantánea y segura con las aplicaciones de la red.

Principales características de los NFTs.  

Además de la no fungibilidad, los NFTs reúnen otras características: 

• Son únicos: estos activos se comparan en muchas ocasiones con las obras de arte, de las que puede existir copias, pero su propietario puede certificar que lo es respecto de la obra original de manera única y real. 
• Son indivisibles: a diferencia de las criptodivisas, los NFT no se pueden dividir en partes más pequeñas, teniendo un valor completo como entidad o token completo. 
• Son indestructibles: sus datos se almacenan en la cadena de bloques a través de un contrato inteligente (Smart Contract), por lo que no pueden eliminarse o replicarse. 
• Propiedad absoluta: a diferencia de lo que ocurre en el caso de la música o el cine, en el que se adquiere la licencia para ver una película o escuchar una canción, mediante la compra de uno de estos activos, se obtiene la propiedad de forma absoluta. 
• Son verificables: mediante la blockchain puede verificarse su historial y comprobar quién ha adquirido o vendido un NFT y quién es su actual propietario (absoluto), incluyendo al creador original a quien se compró el activo digital en primer lugar, algo más complejo de certificar respecto a otras obras coleccionistas como el arte o sellos. 

El mercado de los NFTs y su potencial visión como reserva de valor 

Dado que los NFT son únicos y pueden variar en su rareza, deseabilidad y utilidad, se ha desarrollado un mercado alrededor de estos activos altamente codiciados, en el que los coleccionistas y comerciantes compran y venden NFT por un valor establecido en base a la especulación y la oferta y la demanda, entre otros factores.  

Entre los sectores donde más se está moviendo esta novedosa tecnología, encontramos el sector del arte, donde se puede garantizar la verificación del autor original y la propiedad de la obra; el gaming, donde se pueden crear objetos personalizados por los jugadores y garantizar la propiedad de los objetivos, lo que permite un sistema económico nuevo a los jugadores donde puedan intercambiar estos objetos personalizados o; en el sector de la moda, donde la verificación de la marca nos permite identificar cuando un producto es falsificado. 

Más allá del coleccionismo, muchos economistas aseguran que los NFT son el futuro de los negocios, señalando que las criptodivisas se configuran como un tipo de reserva de valor que puede sustituir lo que siempre ha representado el oro.   

En conclusión, los coleccionables digitales abren la tecnología Blockchain a nuevas vías, fuera de las aplicaciones financieras convencionales. Al representar activos físicos en el mundo digital, los NFTs tienen el potencial de ser una parte vital no sólo del ecosistema Blockchain, sino de la economía en general. Los casos de uso son enormes y es muy posible que muchos desarrolladores presenten grandes innovaciones para esta prometedora tecnología. [:]